Las
Empresas Transnacionales de la Unión Europea en América
Latina
Cédric
Durand
Economista
cedric.altermonde@laposte.net
¿Porque en los países de la periferia capitalista
como América Latina, las empresas transnacionales (ET)
representan un problema sociopolítico específico?
¿De qué manera pueden alterar la situación
de las poblaciones y amenazar la soberanía de los pueblos?
Fundamentalmente, este problema reside en las ventajas de
esas empresas relacionadas a su nivel de desarrollo y en sus
capacidades a extender un poder exorbitante sobre las poblaciones
y las instituciones públicas de los territorios receptores.
Sobre este tema no importa si las empresas son estadounidenses,
europeas o japonesas. La visión según la cual
la relación económica entre la Unión
Europea (UE) y América Latina (AL) sería más
equilibrada que entre EEUU y AL no puede ser justificada para
el comportamiento de las empresas europeas y las relaciones
económicas que ellas contribuyen a organizar.
Las ET
con base en países de la UE representan la mitad de
las principales ET mundiales y, en América Latina,
juegan un papel tan grande como las de Estados Unidos. En
el marco de los recientes acuerdos y negociaciones entre la
UE y países o grupos de países de AL (UE-México,
UE-Chile y UE-MERCOSUR), los aspectos relacionados a las inversiones
dan cada vez más derechos a las ET. Las cláusulas
que liberalizan completamente la repatriación de las
ganancias a las casas matriz así como la prohibición
de todo tipo de preferencia a los inversionistas nacionales
privan a los gobiernos de herramientas de regulación
y de política industrial. De la misma manera se prohíben
todo tipo de requerimientos de comportamiento que pueden condicionar
la inversión, por ejemplo de parte de las autoridades
locales o municipales para asegurarse que una inversión
no afecte al medio ambiente. Tal vez, el aspecto más
dramático concierne la prohibición de expropiaciones
o “medidas equivalentes a las expropiaciones”.
Como se ve ya en el marco del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), este último concepto
en razón de su carácter muy extendido representa
un peligro mayor para la soberanía de los pueblos.
De facto, las ET pueden obtener reparaciones financieras por
cualquier medida política que tiene consecuencias negativas
sobre sus actividades. Concretamente, hay una superioridad
de los derechos de las ET a obtener sus ganancias sobre el
derecho de las comunidades a proteger el medio ambiente, la
salud pública o las condiciones laborales.
Durante
la última década las inversiones directas europeas
en AL han crecido de un 300 %. Un factor importante de este
crecimiento fue la privatización masiva de servicios
y empresas públicos que representó una oportunidad
extraordinaria de negocios para las ET. Con esta presencia,
muchos acontecimientos ilustran el peligro específico
que representan las ET en razón de un comportamiento
predador, de la posibilidad de salida brutal o del no respeto
de la soberanía de los pueblos.
Con sus ventajas iniciales sobre las empresas nacionales,
las ET pueden escapar a los mecanismos de competencia y adoptar
un comportamiento predador basado sobre rentas de monopolio.
Así, pueden apropiarse de los recursos naturales o
energéticos estratégicos impidiendo a los gobiernos
obtener los recursos financieros que necesitan de estos sectores.
Así, en el caso boliviano, las ET que están
involucradas en la explotación del gas se niegan a
aceptar un incremento tributario propuesto por el presidente
Carlos Mesa para paliar la crisis económica que sacude
esta nación.
Se observan
otras configuraciones donde las ET juegan juntas y hacen alianzas
para aplicar tarifas muy elevadas y repatriar en su casa matriz
altos beneficios sin preocuparse del impacto de su comportamiento.
Asi, el Banco Mundial y el Banco de México han destacado
que en este país donde solamente subsiste un banco
con capital nacional las tasas de ganancias en el sector bancario
son las más importantes del mundo. Los bancos extranjeros
entre las cuales HSBC del Reino Unido y BBVA-bancomer o Santander
de España, cobran comisiones diez veces más
altas que en su país de origen y, al mismo tiempo,
no toman ningun riesgo y no juegan su papel de financiamiento
de la economía.
El ejemplo
de Argentina es también muy explícito del comportamiento
predador de las ET. Después de la crisis del 2000-2001,
muchas ET involucradas en los anteriores servicios públicos
han preferido cerrar sus filiales sin consideración
para sus acreedores y sus empleados. Esto fue el caso, entre
otros, en el sector del agua (Suez-Lyonnaise des Eaux y Veolia
exVivendi de Francia; Aguas de Barcelonas; Anglian water),
de la energía (Electricité de France y Totalfinaelf
de Francia; United Utilities y Nacional Grid de GB; Repsol
de España), de las telecomunicaciones (Telecom Italia
y France Telecom). Además que estas empresas estuvieron
involucradas en los actos masivos de corrupción relacionados
a las privatizaciones, se han beneficiado de giros de ganancias
a sus casas matriz excepcionalmente elevados durante los noventas.
La estrategia correspondiente a sus inversiones fue así
claramente una estrategia predadora: 1/ financiar directamente
el mínimo de la inversión con un endeudamiento
muy fuerte sobre el mercado local 2/ repatriar el máximo
de ganancias cada año lo que implica invertir el mínimo
en las infraestructuras y el desarrollo de la actividad 3/
salir cuando la situación se ve fea para escaparse
y no contribuir al financiamiento de la salida de crisis.
El problema
de la salida es un segundo tipo de problema. De hecho existe
una asimetría considerable entre las ET que juegan
a escala global y las comunidades enraizadas en un territorio.
Esta asimetría reside en la facultad de las ET de salir
de manera abrupta del negocio donde se encuentran sin hacer
caso de las poblaciones y de los trabajadores involucrados
y a veces sin respetar la legislación vigente. El caso
de la clausura ilegal de la fábrica de neumáticos
Euskadi de Jalisco, México, por la empresa alemana
Continental es una buena ilustración de esta lógica.
El 16 de diciembre de 2001, la dirección de Continental
cerró la fábrica sin respetar ninguna de las
convenciones internas de la empresa ni la legislación
laboral mexicana. Desde más de dos años, la
lucha de los trabajadores de la planta y de su sindicato sigue
con una huelga que fue finalmente reconocida como válida
por los tribunales mexicanos y con algunos viajes a Europa
para presionar directamente a la casa matriz.
Finalmente,
hay un problema de respeto a la soberanía de los pueblos.
Las ET son muchas veces empresas gigantes que en algunos casos
producen ellas mismas más riquezas que el PIB de algunos
países. A menudo en los países de la periferia,
están en capacidad de chantajear a los gobiernos y
de beneficiarse de la ayuda política de sus países
de origen para obtener una evolución en su favor de
la normatividad legal. Así, después de la crisis
argentina, los gobiernos de la UE han hecho declaraciones
públicas para exigir a las autoridades del país
devastado no tomar medidas que podrían ser nefastas
para los ET.
En México, en el inicio del año 2004 se lleva
a cabo una controversia sobre la legalidad de algunas concesiones
acordadas a ET en el sector de la energía, lo que esta
prohibido explícitamente la constitución. Después
de los señalamientos de la Auditoria Superior de la
Federación mexicana en torno a este problema, los representantes
del capital extranjero han contestado de manera muy negativa,
manifestando su ausencia de respecto por los principios constitucionales
del país. Asi, para la directora en México de
Electricité de France – el actor privado más
importante en el campo de la electricidad en México,
Cintia Angulo, las cosas son muy simples: “si estamos
en la ilegalidad o la inconstitucionalidad, entonces que hagan
legales y constitucionales nuestros contratos”.
La situación boliviana nos ofrece otro acontecimiento
revelador del papel decisivo de las ET sobre el destino de
los pueblos. ¡El proyecto de ley de hidrocarburos que
el gobierno puso en consulta a la sociedad civil el 15 de
abril de 2004 se conocía una semana antes en la sede
de la petrolera española Repsol que opera en sociedad
los ricos yacimientos gaseros del sur del país!
Los problemas
relacionados a la presencia de las ET en AL son muy preocupantes.
Pero lo más importante es entender bien que para las
ET y los gobiernos este proceso es solamente un inicio: todas
las medidas que se definen en los acuerdos entre los países
latinoamericanos y la UE otorgan cada vez más libertades
a las ET lo que permite anticipar una agravación de
la situación económica de esas naciones si no
se cambian los principios de la integración interregional.
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