Pronunciamiento
sobre la reunión ministerial trinacional en Los Cabos
ASPAN:
Basta de privatizar la política pública y el país.
La agenda de
la reunión de los jefes de Estado que se realizará
el próximo 21 y 22 de abril en Nueva Orleáns, se está
pre-cocinarse en los Cabos, BCS, entre los ricos empresarios trasnacionales
y los funcionarios que parece nunca han leído o entendido
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Previo a la reunión
preparatoria de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América
del Norte (ASPAN) que tiene lugar hoy en Los Cabos, BCS, el titular
del Ejecutivo consultó a los enriquecidos miembros del Consejo
(empresarial) de Competitividad de América del Norte (CCAN)
sobre los puntos de avance de la agenda privada, que viene presentando
como si fuera del interés de la sociedad mexicana.
Las organizaciones campesinas
e indígenas, las sindicales y las de la sociedad civil que
firmamos el Pacto Político por la Soberanía alimentaria
y energética, los derechos de los trabajadores y las libertades
democráticas, rechazamos “la Alianza para la Seguridad
y la Prosperidad de América del Norte y la Iniciativa Mérida
(que forma parte de dicha alianza), porque promueven el estado de
excepción y la militarización”.
Los ciudadanos estadounidenses
y de Canadá también han levantado su voz contra la
ASPAN y su matriz el TLCAN. Los personeros mexicanos que pre-cocinan
los acuerdos de Los Cabos, deberían saber que, más
allá de ser promesas de campaña, las posturas de los
precandidatos presidenciales de los Estados Unidos contra el TLCAN
y la ASPAN, obedecen al profundo descontento de los ciudadanos de
aquel país contra esa política irresponsable de los
políticos neoliberales y las oligarquías de los tres
países.
Los cinco puntos de la
agenda de la ASPAN que se están pre-cocinando en la reunión
de Los Cabos, son: 1) “la seguridad energética trinacional”,
2) la llamada “integración de fronteras inteligentes
y seguras” 3) la cooperación tecnológica 4)
el manejo de emergencias en la región, la influenza aviar
y 5) la pandemia de influenza humana.
Los primeros tres no
responden a la agenda de cambio político y económico
que la sociedad viene reclamando en los tres países de América
del Norte. En cambio, son las prioridades de la agenda de las cúpulas
empresariales: se trata del impulso de los negocios privados con
nuestros recursos públicos. Y por supuesto, no son a favor
ni de la Nación, ni de la región, mucho menos de los
ciudadanos.
Los personeros del gobierno
mexicano no pueden hacer oídos sordos al rechazo que ciudadanos,
expertos y legisladores expresaron en estos días contra la
versión mexicana de la agenda de seguridad represiva trasnacional
de la ASPAN.
Nuestra seguridad no
es la seguridad del Pentágono, ni la de los estrechos intereses
egoístas trasnacionales y de la oligarquía mexicana.
La verdadera política de seguridad regional y global es la
seguridad humana sustentable. Es afrontar las verdaderas amenazas
que se generan con la crisis de cambio climático, con las
profundas desigualdades sociales, con la destrucción de empleos
decentes y el exterminio de la herencia material cultural y espiritual
de nuestros pueblos indígenas.
En vez de gastar cifras
multimillonarias en construir pseudo “fronteras inteligentes”,
para criminalizar y pretender detener a miles y miles de ciudadanos
que desesperadamente buscan encontrar en otro lado todo aquello
que, por las políticas obsoletas gubernamentales y trasnacionales,
nuestro país no les ofrece, es necesario y urgente invertir
en seguridad humana y la construcción de capacidades nacionales.
La comitiva mexicana
a la reunión de Los Cabos no puede seguir ofreciendo la integración
energética trinacional que incluye formas de privatización
de PEMEX, CFE, CLyFC –que más allá de si se
venden o no activos, privatizan las ganancias que generan los recursos
de todos los mexicanos–, cuando conocen bien que más
del 69% de los mexicanos rechazamos esa pretensión política
de una minoría corrupta, voraz e insaciable.
La política de
Estado y la política pública que el gobierno debería
defender y promover con nuestros vecinos, no puede ser substituida
por la agenda privada de los miembros del Consejo (empresarial)
de Competitividad de América del Norte pro-motor real de
la ASPAN. La política pública está siendo secuestrada
por los intereses privados de una reducidísima élite
trasnacional, con la complicidad del gobierno que ha renunciado
a sus responsabilidades y a la defensa de los intereses de México
como nación.
Hacemos un llamado a
las organizaciones ciudadanas y a los verdaderos legisladores a
sumar voces para denunciar la privatización de la política
pública y la entrega del país.