¿Signos del Vietnam de Obama, o Fuegos Fatuos con el TPP?
Barack Obama sigue afirmando que lograra la aprobación del TPP por el Congreso antes de que termine su mandato presidencial, el 19 de enero de 2017. Sus escuadrones de funcionarios y procónsules organizan intensas reuniones con grupos empresariales y gobiernos extranjeros y les aseguran que los restantes 11 países miembros ratificaran el TPP antes de fin de año. Por su parte, funcionarios latinoamericanos de comercio y sus “expertos” repiten mecánicamente a su público el mensaje político de los procónsules y de Obama.
Como todo mundo informado sabe, los candidatos presidenciales de Estados Unidos, por pragmatismo electoral y haciéndose eco del amplio rechazo ciudadano a los tratados de libre comercio, reiteran que no aprobarán el TPP, ni ahora ni después de las elecciones del 8 de noviembre próximo. Los líderes republicanos de ambas cámaras del Congreso, siguen sosteniendo que no ven condiciones para poner a votación el TPP, ni siquiera en la sesión de salida, cuando la presión política se relaja.
Luego entonces, Obama y su equipo apuestan a cambios de último minuto; cambios internos provenientes de concesiones de todo tipo que rompan resistencias de poderosos senadores o representantes; pero también apuestan a cambios venidos desde el exterior, como que los otros países TPP lo ratifiquen, y que cambien la percepción de los legisladores viejos y nuevos y les anime a poner a votación, con un Si o un No, el TPP.